domingo, 26 de agosto de 2007

EL LLAMADO DEL DESTINO

El señor Henston era una persona delgada, ya entrada en años, no obstante, su semblante era el de una persona amigable. Vivía en Kiviro, junto con su sobrino, Jonh. Jonh era un joven como cualquiera de su edad, y aunque no le causaba muchos problemas a su tío, este siempre se preocupaba en demasía por el. Al menos eso era lo que Jonh pensaba.
- ¡Jonh!, será mejor que te apresures, Rowd no te esperara toda la mañana – al no obtener respuesta el señor Henston se disponía a subir a la habitación de Jonh cuando escucho que llamaban a la puerta.
- Buenos días señor Henston.
- Buenos días Rich, ¿como has estado?, vienes por Jonh, ¿no es así?
- Bien gracias y así es, el señor Rowd ya debe estar esperándonos.
- Iré a ver a Jonh, ¡Jonh!, Rich esta aquí, será mejor que bajes ya.
Cuando el señor Henston se disponía a subir Jonh entro a la casa.
- Buenos días tío, buenos días Rich.
- ¡Jonh! Pensé que aun no te habías despertado.
- Fui con el señor Rowd, le ayude a preparar las cosas para el viaje.
- Y nosotros que pensamos que seguías dormido.
- Cualquier otro día, hubiera sido ese el caso. Pero hoy tengo un extraño presentimiento acerca de este viaje. Como si después de éste, nuestra vida fuera a dar un giro total.
- No es para tanto Jonh. Solo iremos a Eneptali, ya hemos estado antes ahí, y solo vamos por la mercancía del señor Rowd.
- Lo se Rich, pero es como si algo dentro de mi estuviera cambiando, algo nuevo. Tengo la sensación de que algo despierta dentro de mi.
Al oír esto último el señor Henston reacciono súbitamente.
- ¡¿Despertando?! ¿Dijiste que algo esta “despertando” dentro de ti?
- ¡Calma tío!, ¿por qué tan agitado?
- L-Lo siento Jonh, no pasa nada. Será mejor que se apresuren o Rowd los dejara.
- Esta bien – dijo Jonh, pero su cara mostraba aun la inquietud por lo sucedido – vamos Rich, el señor Rowd nos espera en su librería.
- Nos vemos señor Henston, y cuídese.
Los chicos salieron de la casa. Henston los veía por la ventana, se preparo una taza de café, se sentó en la mesa y se quedo absorto mirando el líquido.
- Jonh,… - y volteando hacia la ventana dijo – será mejor que no se lo diga.

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